jueves, 20 de septiembre de 2007

METAFÍSICA DE LA MENTE

En principio debemos explicitar que el libro de Kenny resguarda en su seno una crítica y a la vez rescate del libro de Gilbert Ryle “El concepto de lo mental”, así en lo sucesivo trataremos de combinar la exposición de Kenny y la de Ryle para hacer más completa esta intervención. Tal es la intención de la propuesta de Anthony Kenny que el primer capítulo. De ambos libros se titula “El Mito de Descartes”.

Para describir lo que en el primer capítulo de la obra titulada “Metafísica de la Mente” de Anthony Kenny, debemos situarnos en las criticas que hace el autor al dualismo propuesto en primera instancia por Descartes y a la corriente conductista.
El dualismo para Kenny es la diferenciación entre el mundo inteligible y el mundo sensible, el mundo inteligible entendido como el psíquico donde se producen los acontecimientos mentales y el sensible como el material. Descartes diferencia lo material y lo mental de la siguiente manera; la mente forma parte esencial de hombre en tanto este es sustancia pensante y como sustancia es parte esencial del mismo,a su vez la conciencia es la esencia de la mente. La noción de conciencia en Descartes es sumamente importante porque a partir de ella es que Kenny formula la crítica al mismo, dicha crítica versa en que Descartes igualó la conciencia con la autoconciencia pues solo podemos tener certeza de lo que nosotros pensamos y más aún de que pensamos, pero no que los demás lo hacen, al mismo tiempo expresa que solo el ser humano es el que posee conciencia y que los animales son máquinas complejas pero máquinas al fin.Dicha teorización para Kenny y Ryle (con sus diferencias) tiene su equívoco centrado en que no podemos excluir a las otras personas y su posibilidad de pensamiento del mundo, así como las demás personas solo pueden saber de nosotros y nuestros estados mentales a través de nosotros mismos o de relaciones causales que nuestro cuerpo demuestra ante ciertas situaciones. Así expresa Kenny: “ La conciencia, tal y como la conciben, es algo a lo que todos nosotros tenemos un acceso directo en nuestro propio caso. Los demás, en cambio, pueden sólo inferir nuestros estados conscientes a base de aceptar nuestro testimonio, o realizando inferencias causales a partir de nuestro comportamiento físico” [1]

Por su parte de la materia la filosofía cartesiana sostiene que la materia es siempre “extensión en movimiento”[2] entendiendo como extensión “eso que tiene las propiedades geométricas de la figura, el tamaño y la divisibilidad”[3] propiedades que son las únicas atribuibles a la materia exponiendo así la ciencia como mera combinación entre el sistema matemático y el sistema experimental. Kenny hace la salvedad de que hoy en día esta teoría se cae por sí misma porque hay procesos científicos que simplemente no pueden ser explicitados con propiedades geométricas.


Ahora bien, la visión de Ryle es esencialmente la misma que la de Kenny, pues como veremos en el próximo parágrafo apunta a que la división entre dichos mundos cartesianos es inefable y además conllevan al ser humano a vivir una especie de dualidad perenne en la que la bifurcación presente lo que crea no es precisamente una certeza del conocimiento y a la que dicho autor llama peyorativamente “el dogma del Fantasma de la máquina” al que considera como error categorial porque sostiene que existen cuerpos y mentes que poseen causalmente razones de su existencia, es decir que a través de la causalidad se explican su razón de ser y si es así ambas vertientes tienen que provenir de una misma figura lógica para que se de dicha oposición, es decir mente y cuerpo no sostienen el mismo sentido por lo que no pueden ser opuestos. Así : “Es perfectamente correcto decir con cierta “tonada” lógica que hay mentes y decir en otra “tonada” lógica que hay cuerpos. Pero estas expresiones no indican dos tipos diferentes de existencia debido a que “existencia” no es una palabra genérica como”coloreado” o “sexuado”. Dichas expresiones ofrecen dos sentidos distintos de “existir”; algo así como “crecer” tiene sentidos diferentes en la “la marea está creciendo”,”las esperanzas están creciendo” y “la edad promedio de mortalidad está creciendo”.”.[4]


Ahora rescatemos a Kenny pero con la crítica a otra postura que ha logrado calarse muy bien en las tendencias que tienen por objeto la mente;dicha tendencia es el Conductismo. Kenny demarca dicha tendencia niega del todo la existencia de la mente lo que existe para ellos en realidad es el comportamiento del ser humano, lo que definimos como mente no es mas que un reflejo de ello. Kenny propone que no podemos reducir el campo mental de tal manera que se produzca gracias a determinaciones físicas porque no todos los seres humanos nos expresamos corporalmente de la misma manera y además no necesariamente debe haber una adecuación entre nuestra expresión corporal y lo que pensamos. Así expresa Kenny “El conductismo trata de decirme que la conciencia de de todos, mis pensamientos y sentimientos es una inferencia indirecta a partir de hipótesis sobre conducta pública probable en circunstancia diversas;y eso es obviamente absurdo”[5]


Pero para poder explicar su visión al respecto Kenny acude a Ludwing Wittgenstein; para el que, al igual que para Kenny ambas posturas están erradas; ya que ni se pueden reducir los estados y hechos mentales a la expresión corporal ni tampoco puede separarse de ella. Para Wittgenstein todo es cuestión de la identificación de criterios y de síntomas de los procesos mentales y de sus manifestaciones en la conducta. Esto se extiende a que la distinción entre ambos términos es que el criterio determina la acción que el hombre hace, un síntoma es muestra de lo que se hizo pero no es algo determinante en la conducta del hombre, así tanto el uso privado y el uso publico de nuestra mente conviven con nosotros al mismo tiempo por lo que son indivisible pero no necesariamente uno se determinan en el otro. “Utilizando la distinción podemos decir que ciertos estados o acaecimientos en el cerebro pueden ser síntomas de ciertos estados mentales, pero no pueden ser criterios de ellos como lo sería la conducta apropiada”


Así pues a mi parecer el estudio de W. es más completo que el que se hizo con la escuela conductista y la dualista respectivamente porque como todo filósofo de la mente pretende la búsqueda de la vinculación entre los estados mentales y s reflejo en la conducta, verlos como separados es un error como ya hemos explicados y ver como que uno determina al otro también.


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[1] Kenny, Anthony. “Metafísica de la mente”. Pág.. 31

[2] Ibídem. Pág.. 30
[3] Ídem.
[4] Gilbert, Ryle. “El concepto de lo Mental” Pág.. 24
[5] Kenny, Anthony. “Metafísica de la Mente”

3 comentarios:

DeLs dijo...

Hola, esta muy bonita el diseño de la pagina, la verdad es que no he leido el tema que tienes puesto en ella. Pero veo que registraste un nombre en internet para publicar el tema, solo 2 sugerencias.

1.) Las letras estan un poco pequeñas para las personas que ven la pantalla en 1280*1024. Tengo que modificar el tamaño para poder leerlo.

2.) Trata de no utilizar imagenes copiadas de otros sitios. Recuerda que si esta pagina llega a tener fama, puede que el derecho de autor reclame por las imagenes utilizadas aqui.

Bueno sin mas que decir, espero que te salga muy bien el "site". Chau

estefi_sol dijo...

buenos días, te escribo para felicitarte por el artículo. justamente estoy viendo algunas cuestiones del problema mente-cuerpo, y esta publicacion me ha aclarado algunas cuestiones.
Gracias por el sitio!

Carolina Fumero dijo...

Muchas Gracias! Excelente que te haya servido de algo, estamos a la orden . Saludos

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